Me acorde de ti y quise escribirte lo mas lindo que no has leido jamas, pero no pude... por mi cabeza solo pasaba tu nombre


martes, 23 de febrero de 2010

intento levantarme... una vez mas

Me senti fuerte, independiente, liberada, tranquila. Fui al baño por la mañana y comence mi ritual de limpieza y belleza; me preparaba para verte y queria, obvio, que me vieras bien; quise demostrar que estaba bien contigo, pero estoba mejor sin ti. Y asi paso un poco mas de una hora y justo antes de salir, me pare frente al espejo, cuidando cada detalle me mire y remire que todo estuviera en su lugar; incluso mis emociones. Dentro de mi se formaba una montaña rusa y mas adentro aun, una pequeña niña recordandome lo de siempre: "entre mas arriba estas, mas fuerte es el chingadazo" quise aplacar mis pensamientos de superioridad y hacer a un lado mi estupida fantasia de ignorarte; pero ya era demasiado tarde. Ya lo veia venir... al imaginarte frente a mi, me dieron tantas ganas de abrazarte y despues odiarte que no pude con el llanto contenido de estas semanas y mis rodillas sufrieron las consecuencias de tal represion. Caí y llore, llore como no tienes una idea, llore hasta que mi frente quedo completamente lastimada por intentar aplacar el dolor enterrando mis uñas en ella, llore hasta no poder respirar, oir ni mirar, me dolia el cuerpo, me dolia el alma, me dolia el sentimiento de abandono y antes de hacer el intento por levantarme, me quede dormida en el piso. Desperté y pense que todo había sido un mal sueño, pense en marcarte para contarte toda la pesadilla que había tenido; al no encontrar mi telefono recorde que yo misma lo habia escondido para mi, con la intención de no esperar tu llamada, de no llamarte y de no martirizarme leyendo esos mensajes que anteriormente me alegraban el día. Fué cruel, pero real; real como mirarme al espejo, casi como un mosntruo... al parecer el llanto fué peor de lo que recordaba.

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